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El Nirvana, la máxima aspiración dentro de Budismo Theravada, se alcanza a través del estudio y la práctica de la moralidad, la meditación y la sabiduría (sila, samadhi, panna). El conseguir la meta del Nirvana, junto con sus técnicas, se ha visto tradicionalmente bajo el dominio de la vida monástica, aunque alguna de esas técnicas son usadas por las personas laicas para conseguir felicidad en sus vidas. El papel dentro de la vida monástica en el Theravada ha sido dividido entre el rol de los académicos monjes en las ciudades y los monjes dedicados a la meditación en zonas rurales o bosques. Estas dos formas sirven a la comunidad, siendo esos monjes maestros religiosos que presiden las ceremonias religiosas. Los monjes académicos se comprometen en el camino del estudio y en la preservación de la literatura Pali del Theravada. Deben dedicar cierto tiempo a la medtiación, pero deben alcanzar el respeto y un renombre llegando a convertirse en maestros de una sección particular del Canon Pali y sus comentarios. Los maestros de Abhidhamma, llamados Abhidhammika, son particularmente respetados dentro de las tradiciones académicas. Aquellos monjes dedicados a la meditación, llamados a menudo los monjes del bosque debido a su asociación con la morada desarraigada, son considerados los verdaderos especialistas en esa práctica, la meditación. Mientras que algunos monjes del bosque se comprometen al estudio del Canon Pali, en general lo prioritario son sus experiencias con la meditación y su apredizaje personal, y no aprenden del Tipitaka más que lo necesario para participar en la vida litúrgica y para proporcionar a la fundación de las enseñanzas fundamentales del budismo. Se dice que la tradición de la meditación está asociada con alcanzar ciertos poderes sobrenaturales, tal y como se describe en las fuentes de Pali y de las tradiciones populares. Estos poderes incluye alcanzar el nirvana, leer la mente, poderes sobrenaturales ante objetos materiales y ante su propio cuerpo, ver y conversar con los dioses, y recordar sus vidas pasadas. Estos poderes son conocidos como abhinyanas.
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Aunque no hay una edad mínima mencionada en las escrituras, los muchachos a partir de siete años son aceptados. Esta tradición llega por la historia del hijo de Buda, al cual se le permitió se novicio a la edad de siete años. Los monjes deben seguir 227 normas de disciplina, mientras que las monjas deben seguir 311. En los países con tradición Theravada, es normal que los jóvenes se ordenen monjes a partir de un periodo ya fijado. Ordenarse monje, incluso durante un periodo corto de tiempo, se considera lleno de virtudes. En muchas culturas del sureste asiático, es visto como una forma de devolver a sus padres el esfuerzo que han hecho en criar a ese joven, ya que el mérito conseguido con la ordenación recaé también en los padres. El hombre Thai que se ha ordenado monjes es considerado más adecuado y más maduro para ser el marido de una mujer Thai, además de estar seguro que ha recibido una educación. |
En Sri Lanka, la ordenación temporal no se practiva, y al monje que deja la orden se le mira con malos ojos. La influencia continuada del sistema de castas en Sri Lanka juega un papel muy importante en contra de la ordenación temporal y del abandono del templo.
EJERCICIO MONASTICO
La práctica del budismo Theravada varía según las diferentes escuelas y los distintos monasterios. Pero en el más ortodoxo monasterio del bosque, el monje normalmente toma por modelo la forma de vida de Buda y la de los discípulos de la primera generación viviendo cerca de la naturaleza, en el bosque, montañas y cuevas. Los monasterios del bosque todavía mantienen las antiguas tradiciones a través del seguimiento de la disciplina del código monástico budista en todos sus detalles y desarrollan la meditación en bosques apartados.
En un día típico en el monasterio, durante los 3 meses del periodo vassa, el monje se levanta antes del amanecer y comienza el día en un grupo de cánticos y meditación. Cuando amanece el monje sale descalzo a los alrededores del pueblo con el cuenco de limosna y la única comida que tenga la comerá antes del anochecer y con las manos. La mayoría del tiempo lo pasa estudiando y meditando. A veces el abad o el monje mayor da una charla a los visitantes. El laicado que permanezca en el monasterio tiene que cumplir los tradicionales Ocho Preceptos Budistas. Al final del periodo Vassa, muchos monjes salen del monasterio a buscar un lugar remoto (normalmente en el bosque), donde llevarán una especie de tela que les servirá para hacer una carpa donde podrán trabajar su desarrollo personal. Cuando andan lo hacen descalzos y van hacia el lugar que les dicte su intuición, llevando las cosas imprescindible, tales como un cuenco, tres cuerdas, ropa de baño, una mosquitera, un recipiente para calentar agua, un filtro de agua, una navaja de afeitar, sandalias, algunas velas pequeñas y un farol de velas. |
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 Jóvenes monjes, Ana Belén Pola |
Los monjes no establecen su horario de andar o de sentarse a meditar. Tan pronto como están libres comienzan a hacerlo sin estar determinado el tiempo que deben hacerlo. Algunos caminan desde el amanecer hasta el anochecer mientras que otras veces lo hacen durante apenas 2 horas. Algunos deciden ayunar durante días o permanecer en lugares peligrosos donde habitan animales fieros para así ayudar a su meditación. Aquellos monjes que han sido capaces de alcanzar el nivel más alto de éxito podrán guiar a los monjes más jóvenes y extender el budismo hacia los cuatro grados de éxito espiritual.
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COMENTARIOS
Jose Santos Flores Lopez, 22/07/18
Excelente síntesis
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