Utilizamos cookies para analizar tu navegacion. Si continuas navegando entendemos que aceptas su uso, más información
 
INICIO Regiones de Tailandia Consejos Varios Prevención y Vacunas Visados y Embajadas Viaje por India
Alojamiento
Historia
Gobierno
Geografía
Economía
Demografía
Religión
Cultura
Gastronomía
Celebraciones
Fotos
Videos
Artículos varios
SIGUENOS EN
Facebook

busca alojamiento

HEPATITIS B


distribucion de la hepatitis B por el mundo

PREVENCION
Introducción
Seguros de viaje
Cólera
Dengue
Diarrea del viajero
Difteria
Esquistosomiasis
Hepatitis A
Hepatitis B
Hepatitis C
Malaria
Meningitis
Rabia
Fiebre Tifoidea
Disentería
Botiquín

La enfermedad de la hepatitis B es causada por un virus que afecta al hígado. Puede causar una infección para toda la vida como puede ocurrir con la infección crónica por este virus, que ocurre cuando el cuerpo no es capaz de eliminarlo, pudiendo infectar a otras personas, y pudiendo contraer más fácil enfermedades graves de hígado como la cirrosis y el cáncer del hígado.

muñeco articulado de rodillas
Uno de los síntomas de la
hepatitis B es cierto dolor en
las articulaciones, Fuyoh!


Virus de Hepatitis B
Virus de Hepatitis B. GNU

El hígado es el mayor órgano del cuerpo, y es esencial para que el organismo funcione bien. Elimina o neutraliza venenos, gérmenes y bacterias de la sangre. Produce agentes inmunitarios para controlar las infecciones.

Fabrica proteínas que regulan la coagulación de la sangre y produce bilis para ayudar a absorber las grasas y las vitaminas solubles en grasa.
No se puede vivir sin un hígado que funcione bien.

En el caso de la cirrosis, el tejido normal y sano es reemplazado por un tejido cicatrizal que bloquea el flujo de sangre a través del órgano e impide que trabaje como debería.

dos personas besandose
La enfermedad no se contagia
con un beso , solamente han demostrado ser infecciosos los fluidos vaginales y menstruales,
la sangre y el semen,
Joan Plana

Son varias las causas que pueden originar la cirrosis, y una de ellas es la infección por el virus de la hepatitis B.

El virus de la hepatitis B se propaga cuando la sangre o fluidos corporales de una persona infectada entran en el cuerpo de una persona no infectada. Se contagia al tener relaciones sexuales por vía oral, anal o vaginal con una persona infectada, así que si piensas que no te puede pasar a ti, olvídalo, los viajes están llenos de sorpresas. Así que no os olvidéis de los condones, y claro, de usarlos correctamente.

Tener cuidado con el contacto con sangre humana, sobre todo las personas con hemofilia que por un defecto de factores de coagulación pueden tener una herida que tarda en curar. El virus de la hepatitis B puede vivir fuera del cuerpo hasta 7 días y todavía ser capaz de causar la infección. Aunque parezca lógico no está de más recordar que no se debe compartir el cepillo de dientes ni las maquinillas de afeitar.


La hepatitis B no se contagia a través de las heces, ni de alimentos contaminados, ni del agua, ni de insectos, o de compartir utensilios para comer, ni por los abrazos, besos, ni por toser, estornudar ni por contacto casual. Solamente han demostrado ser infecciosos los fluidos vaginales y menstruales, la sangre y el semen. Hay que tener precaución, pero como veis, no es tan fácil contagiarse. ¡Oye! Pero esto no significa que no tenéis que tener cuidado. Si el viaje que vais a realizar es cortito, o sea, apenas un mes, os lo podéis pensar. Pero si ya estamos hablando de tres meses o más viajando, sería bastante aconsejable vacunarse.

Si te has infectado con este virus te aparecerán los síntomas a los tres meses más o menos de infectarte. Tener en cuenta que el 30% de los infectados no presentan síntomas, y es por eso que se le considera una "infección silenciosa". Los niños apenas presentan síntoma alguno, y muchas veces se confunden con los síntomas de una simple gripe. Puedes estar infectado con el virus y pasarlo a otras personas sin saberlo.

Los síntomas que nos tienen que hacer reaccionar pueden ser:

  piel amarilla, o tener la parte blanca del ojo de color amarillento.
  Cansancio
  Pérdida de apetito
  Náuseas
  Malestar abdominal, en la zona superior derecha del abdomen, debido a la hinchazón del hígado.
  Orina oscura
  Excremento de claro o color arcilla
  Dolor en las articulaciones

Para detectar si estás infectado se hace una prueba de sangre al mes del momento que creemos habernos infectado. Casi la mitad de los infectados no contagiarán a otros después de dos meses de la aparición de los síntomas.

Cuando nos hagamos análisis de sangre hay que prestar atención a las famosas transaminasas, y a la también famosa bilirrubina. Si las transminasas son altas hay que intentar que el hígado trabaje menos, ya que está resentido. La bilirrubina es un producto de degradación de la hemoglobina de los glóbulos rojos, y que es eliminada por el hígado. Su elevación indica una disminución de la capacidad excretora del hígado y se podría manifestar con ictericia. Miraremos también la albúmina, que es la principal proteína del plasma y es producida por el hígado. Si vemos que disminuye habitualmente indica un daño importante del hígado.

Aquellos adultos infectados se recuperarán en su mayoría sin ningún problema, sólo un 10% de los infectados desarrollarán una hepatitis B crónica.

El tema de los niños es algo más complicado, y pueden desarrollar más fácilmente infecciones crónicas de hepatitis B. Hay que saber que una infección de hepatitis B se considera "aguda" durante los 6 meses de contagio, que es cuando se supone que debe recuperarse de la infección. Si después de este plazo se hace un análisis al infectado y da positivo, consideraríamos que tiene una infección "crónica" de hepatitis B y que podría ser de por vida. A pesar de que el virus puede quedarse en la sangre y en el hígado de por vida, las personas con este tipo de infección pueden tener una larga vida y saludable. Pero tienen que saber que pueden infectar a los demás, y las personas de su entorno deben vacunarse.

dibujo de los organos internos, con el higado señalado
Hígado. GNU

De momento no existe una cura para la hepatitis B crónica. Se aconseja evitar el alcohol y el tabaco, así como ciertos medicamentos e incluso algunos remedios a base de hierbas. La alimentación debe ser equilibrada, baja en grasas y evitar marisco crudo ya que contienen bacterias dañinas para el higado.

Las alcachofas al vapor deben de ser bastante beneficiosas. Se recomienda no hacer mucho esfuerzo físico y evitar el estrés. Hay ciertos tratamientos mediante medicación de antivirales como el de cuatro meses con el llamado interferón, el de un año con laminvudina o con el llamado adefovir dipivoxil. Si a pesar de todos los esfuerzos el hígado no se recupera, la última alternativa es el trasplante.

El 19 de mayo del 2007 se celebró el día mundial de la Hepatitis, y se difundió la noticia de que el 13% de los pacientes con hepatitis B no cumple con su tratamiento. Suelen ser tratamientos muy sencillos, pero que se olvidan, al igual que pasa con la hipertensión o la diabetes.

Ha habido un incremento de la enfermedad, sobre todo por los inmigrantes procedentes de países con riesgo. Se dice que el riesgo más alto se da en los inmigrantes chinos, ya que en China hay un total del 8% de la población total afectada por esta infección , y además este grupo de inmigrantes son los más reacios a acudir al sistema sanitario. En este día mundial de la Hepatitis se recalcó que han aumentado los casos entre consumidores de cocaína, ya que comparten el utensilio para esnifar. En España el perfil del paciente con hepatitis B es el de un varón, entre 40 y 60 años, que se infectó hace bastantes años por una relación sexual.

En la actualidad lo que más les inquieta a los afectados es la posibilidad de transmitir el virus a sus hijos, de ser discriminados en su vida laboral y entorno social, así como en rechazo por parte de las instituciones.

Incluso hoy en día se vacunan de hepatitis B a todos los bebés al nacer. Esto es algo que crea controversia, ya que no todo el mundo está de acuerdo con poner una vacuna como ésta en unos cuerpos aún tan débiles. Las vacunas pueden estar compuestas de bacterias o virus, ya sean vivos o debilitados, que han sido criados con tal fin, y enseñas al organismo a atacar ciertos virus, en este caso atacan al virus de la hepatitis B.

Para los adultos la vacunación se hace mediante tres inyecciones intramusculares. La segunda dosis se administra al mes de la primera, y la tercera dosis se administra a los 6 meses de la primera. Parece ser que es una vacuna bastante segura y eficaz. Se puede recibir otros tipos de vacunas mientras nos administramos ésta. De hecho si no estamos seguros de haber recibido esta vacuna antes, y nos la ponemos y ya nos la habíamos puesto con anterioridad, no sería dañino para nosotros. Si al ponernos la vacuna desarrollamos unos anticuerpos adecuados podríamos estar protegidos al menos unos 15 años, y de momento no se recomienda administrar ninguna dosis de recuerdo.

Mándanos un Mensaje
¿Tienes información que podemos añadir en esta página? Mándanos un mensaje

Nombre

Mensaje

En algunas ocasiones después de la vacunación pueden aparecer nauseas, fiebre o muy raramente reacciones alérgicas leves como hinchazón de párpados y urticarias, siendo más frecuentes en adultos que en niños. Aunque ocurre sólo en casos excepcionales, si en la primera dosis tenemos alguna reacción alérgica más grave es una contraindicación suministrarse las siguientes. Algunas vacunas de la hepatitis B tienen levadura en su composición, y puede que personas alérgicas a la levadura no las acepten bien. Las personas con enfermedades moderadas o graves deben esperar hasta su recuperación para recibir la vacunación.

 


COMENTARIOS

 

Otros artículos de interés ...

 


Copyright © 2018 www.viajeportailandia.com. Esta obra tiene contenidos que están bajo una licencia de Creative Commons
Para más información lea las condiciones de uso /Contacto